Debido al COVID-19, la necesidad de ventilar los espacios públicos regularmente se ha convertido en algo primordial para proteger la salud. Los centros educativos han sido unos de los que más han sufrido esta medida, teniendo que abrir las ventanas incluso en los meses de invierno.
Sin embargo, esta medida no es del todo rentable puesto que, en invierno, al mantener las ventanas abiertas, el consumo de energía se eleva notablemente, además, de las incidencias climáticas como la lluvia o el viento que no favorecen al correcto desarrollo del alumno y, en verano, pueden entrar agentes molestos externos como el polen, polvo e incluso, el calor exterior.
Estos factores provocan distracciones y molestias en los alumnos y profesorado, generando ambientes de estrés y tensiones. Por ello, una de las soluciones más factibles se centra en los
sistemas de ventilación de doble flujo para ventilar correctamente las aulas y proteger a todos sus integrantes
¿EN QUÉ CONSISTEN LOS SISTEMAS DE VENTILACIÓN DE DOBLE FLUJO?
Un
sistema de ventilación de doble flujo es la solución perfecta para mantener el aire limpio y conseguir una gran eficiencia energética. Consiste en una red de ventilación la cual contiene dos sistemas de bocas, las cuales extraen el aire sucio del interior al exterior e introducen el aire precalentado limpio y puro en el interior.
Los sistemas de ventilación de doble flujo se han convertido en una de las mejores opciones para los centros educativos. Su instalación no sólo mejorará la eficiencia energética, sino que también supone una ventaja frente al resto de centros puesto que los alumnos estarán más protegidos y su rendimiento mejorará.
VENTAJAS DEL SISTEMA DE VENTILACIÓN DE DOBLE FLUJO
Las principales ventajas son:
- Gran confort térmico
- Mejora de la calidad del aire
- Ahorro energético
Los sistemas de ventilación de doble flujo permiten que, en invierno, las temperaturas en el interior del aula sean perfectas para el aprendizaje, sin tener que pasar frío o calor gracias al sistema de precalentamiento del aire.
En verano, los sistemas de ventilación de doble flujo adaptan la temperatura exterior al interior, manteniendo una temperatura media agradable.
Para garantizar la máxima calidad del aire en el interior, los sistemas de ventilación de doble flujo filtran todo el aire que recogen eliminando las pequeñas partículas que pueden ser perjudiciales para la salud como bacterias, polen, esporas, virus, entre otros.
Además, otra de las ventajas que aporta este sistema de ventilación de doble flujo es que, al no tener la necesidad de abrir las ventanas para ventilar, se consigue un mayor aislamiento acústico, evitando ruidos externos molestos y garantizando así el bienestar de todos los alumnos y profesores.
