¿Por qué una PassivHaus es beneficiosa para la salud?
Una vivienda Passivhaus tiene como principal beneficio la alta eficiencia energética que, a través del diseño adecuado, reduce el consumo de la vivienda a niveles mínimos.
Para poder conseguir unos niveles de ahorro energético incuestionables es fundamental tener en cuenta una serie de variables:
- Elegir un aislamiento adecuado con la colocación correspondiente de ventanas y vidrios
- Diseño bioclimático
- Control del nivel de estanqueidad
- Sistemas de ventilación óptimos para la recuperación de energía
Sin embargo, el ahorro energético no es lo más relevante en cuanto a las viviendas Passivhaus. Gracias a la incorporación de un sistema de ventilación continuo, la calidad del aire aumenta, garantizando la evacuación del CO2.
Cuando una vivienda pasa mucho tiempo sin ventilar, es decir, sin abrir las ventanas, la concentración interior alcanza niveles de CO2 altos, muy nocivos para la salud. Además, los espacios interiores en los edificios suelen estar más contaminados que los ambientes exteriores. El flujo constante de aire asegura la evacuación de estos contaminantes.
A este flujo continuo de ventilación, hay que añadir la recuperación de calor, evitando la pérdida innecesaria de energía. Los sistemas de recuperación de calor incluyen filtros de aire, capaces de filtrar grandes cantidades de sustancias perjudiciales para la salud que se encuentran en el ambiente.
Esto evita la entrada de polen o polvo en el interior, por lo que los alérgicos a los ácaros o al polen se ven beneficiados. La filtración del aire es fundamental, ya que, además de reducir la alergia, permite mantener la estancia confortable y con una calidad en el aire mayor que en las viviendas tradicionales.
Por lo tanto, la Passivhaus no sólo beneficia al ahorro energético, sino que va mucho más allá, beneficiando, también, a la salud y bienestar de todos los residentes de la vivienda.