La transformación de un local en vivienda es un proceso muy complejo, que requiere de varios pasos y de un asesoramiento fiable.
El interés por transformar un local en una vivienda es algo que ha existido siempre, pero en los últimos años, es una práctica que se ha incrementado bastante, sobre todo a raíz de la pandemia, cuando ha sufrido un crecimiento exponencial.
Varias son las razones para realizar dicha reforma, pero la principal, es el
mayor valor de la vivienda frente al de un local comercial. Por ello, transformar un local en vivienda se ha convertido en una alternativa muy pujante, dado que supone un gran ahorro a la hora de acceder a la propiedad de un inmueble. Sin embargo, antes de aventurarse en esta operación, hay que tener en cuenta que se trata de un proceso complejo, y que tiene sus particularidades.
COMPROBAR QUE NO ESTÉ PROHIBIDO
El primer paso que debemos tomar es comprobar que la transformación en vivienda no venga
expresamente prohibida en estatutos de la comunidad y/o que no lo prohíba la normativa del Ayuntamiento en la zona donde se encuentra el inmueble. En este paso entrarán varios criterios, como si se ha agotado o no la densidad prevista en la zona o si la superficie del local es superior a la mínima que la normativa pueda establecer para cada vivienda en dicha zona.
CONDICIONES DE HABITABILIDAD
Lo siguiente que debemos de comprobar, es ver si el local que deseamos transformar en vivienda cumpla o pueda cumplir con los requisitos de habitabilidad vigentes en cada caso. Estos pueden ir, bien por normativa autonómica, o bien por aplicación de alguna ordenanza municipal que pueda existir en cada ayuntamiento. Para ello, necesitaremos que
un arquitecto realice un estudio de viabilidad, donde compruebe si el espacio cumple los requisitos mínimos relacionados con la accesibilidad, la salubridad, el disponer de una superficie mínima, las condiciones de iluminación y ventilación, etc.
SOLICITAR LA LICENCIADE CAMBIO DE USO
Para llevar a cabo la reforma es necesario, primero preparar y
redactar un proyecto técnico y presentarlo ante el ayuntamiento local, solicitando a su vez una licencia de cambio de uso, con el fin de comenzar las obras, previo pago de las tasas municipales que correspondan.
Por tanto, si el ayuntamiento verifica que el proyecto cumple con toda la normativa aplicable, concederá la licencia y, eventualmente deberá procederse a la ejecución de las obras necesarias para dotar el local de los equipamientos que requiera para poder ser considerado una vivienda.
EJECUCIÓN DE LA REFORMA
Cuando las tasas municipales estén pagadas, y hayamos obtenido el permiso del ayuntamiento, será el momento de comenzar las obras. Para la realización de las mismas, lo más recomendable, al tratarse de una operación tan compleja, tanto administrativamente, como a la hora de reformar, lo más recomendable es acudir a
una empresa con experiencia en el sector, como Brillas Agustí.
OBTENER LA LICENCIA DE PRIMERA OCUPACIÓN
Una vez hayamos finalizado las obras, debemos obtener la licencia de primera ocupación, que verifica que lo construido coincide con lo autorizado. Con ello, podremos tramitar la cédula de habitabilidad y el certificado de eficiencia energética y habremos finalizado los trámites administrativos relativos a la obra en sí misma.
CERTIFICAR QUE ELLOCAL AHORA ES UNA VIVIENDA
El último paso que daremos será acudir a un notario, para que este certifique, mediante una escritura que ese local es ahora una vivienda. De este modo, podrá constar oficialmente
tanto en el Registro de la Propiedad como en el Catastro.
Si estás pensado en embarcarte en un proyecto de esta envergadura, en
Brillas Agustí estamos disponibles para resolver todas tus dudas y ayudarte a largo del proceso de transformación. No dudes en contactar con nosotros para obtener más información sobre el tema.
